Licor de hierbas de Formentera

Licor de hierbas de Formentera

Los licores de hierbas eran elaboradas por la gente del campo en Formentera hace ya más de doscientos años. El proceso de elaboración era muy sencillo y cada familia o casa tenía su propia receta particular.

Licor de hierbas de Formentera

Siglos de tradición.
Desde tiempos de Dioscórides (médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia, siglo I d.C),  ya se nombraban los campos de Ibiza y Formentera como zonas geográficas perfectas para el cultivo o recolección de plantas aromáticas silvestres.
En toda la zona del Mediterráneo y especialmente en Ibiza y Formentera se unen una serie de características geográficas y ambientales perfectas para este tipo de plantas y arbustos.



Los licores de hierbas eran elaboradas por la gente del campo en Formentera hace ya más de doscientos años.  El proceso de elaboración era muy sencillo y cada familia o casa tenía su propia receta particular, añadiendo o quitando algunas hierbas pero siempre siguiendo la misma base ancestral.
Consistía básicamente en macerar una serie de plantas medicinales muy comunes en la isla en el interior de una botella o garrafa con anís. Era una bebida de consumo doméstico muy común para después de las comidas por sus propiedades digestivas y relajantes y en algunos casos incluso ejercía como jarabe medicinal o calmante del dolor.
Cada receta variaba sutilmente sus gustos ya que cada familia utilizaba normalmente las hierbas más cercanas a sus casas o campos. Exceptuando algunas,  la mayoría de las plantas crecían de forma salvaje en los bosques y campos de la isla y en algunos casos como la Hierba de Es Trucadors recogía el propio nombre de la zona por ser el único lugar de la isla en la que nacía y se podía encontrar fácilmente.

Un día de recuerdos.
En este caso queremos describir y recordar por escrito una de estas antiguas recetas de la isla ya que cada vez son menos las casas que elaboran esta bebida de forma artesanal y con las recetas originales pasadas años tras de años de padres a hijos.

Comenzamos nuestro viaje por los recuerdos con María Costa Colomar, vecina de Formentera.
Toda una tarde con ella recopilando las hierbas y elaborando la bebida,  pero nos bastaron sólo unos minutos para saber la importancia de recordar las costumbres y tradiciones y para darnos cuenta que la elaboración de este licor era algo más que simplemente poner hierbas en una botella.
Todo comienza con una serie de normas,  casi supersticiones, a tener en cuenta tanto en la recogida de las diferentes plantas como en la posterior elaboración del licor.
Primero nos comenta que la receta que ella tiene desde hace ya muchos, muchos años,  consta de 21 a 23 plantas diferentes,  pero justo hoy y en este artículo la receta crece a 25 plantas.
No es un número de plantas cualquiera. Un familiar le ha recomendado una planta más para añadir y dar sabor al licor, pero la primera norma importante en la elaboración es que en el licor de hierbas de Formentera sólo puede haber números impares, así que ante la imposibilidad de tener una receta con 24 plantas, María decide añadir una más de forma personal para poder tener las 25. Esta norma servirá para regir todo el proceso de recolección, ya que deben ser un número impar de plantas, se han de poner un número impar de trozos de cada planta y en algunos casos como la flor de la «ruda» se han de escoger sólo las flores con número impar de puntas, si queremos intensificar el sabor de algún ingrediente especialmente siempre debemos añadirlo de forma impar.



Cuando el tomillo florece.
Las hierbas debido al clima y la floración se recogen normalmente en el mes de mayo, una buena forma de saber cuando las recogen según María es en el momento que el tomillo está en plena floración.

 

La elaboración es muy sencilla: Se introduce la cantidad correspondiente de cada hierba en una botella, preferiblemente de vidrio. Una vez tengamos todas las hierbas introducidas en la botella, añadiremos el anís.
El anís puede ser seco, dulce o una mezcla previamente preparada de ambos. En este caso preferimos tres partes de anís seco por una parte de anís dulce, pero eso ya depende del gusto de cada persona.



Una vez hechas, dejaremos reposar las botellas en una zona oscura donde no dé el sol de forma directa y esperaremos de 3 a 6 meses dependiendo de nuestros gustos; cuando más tiempo estén macerando, más intensidad de sabor tendremos y cuando menos tiempo menos sabor de hierbas y más sabor de anís.
A los 6 meses el sabor del licor de anís ya esta practicamente anulado por el intenso sabor de la mezcla de todas las hierbas. Una vez hechas se pueden colar para cortar el cambio de sabor, o incluso dejarlas siempre en la misma botella con las hierbas, lo que hará que se vuelvan más y más intensas a lo largo del tiempo.
Aunque cada vez menos, son bastantes aún las casas y familias que elaboran este tipo de licor típico de la isla de Formentera al que por tradición siempre se invita a las visitas como un modo de bienvenida.
En los restaurantes de la isla las podemos encontrar en prácticamente todos sin excepción. Aunque nos servirán una versión comercial del licor hecho en la isla de Ibiza, la base y la receta tradicional es bastante similar a la de Formentera, pero al ser comerciales son mucho más suaves que las hierbas caseras artesanales de cada casa.
De hecho las más famosas y conocidas que son las Hierbas Ibicencas Marí Mayans nacieron hace mucho años en la zona de Es Caló en Formentera, pero por motivos logísticos y comerciales se trasladaron a Ibiza donde actualmente son las más vendidas y conocidas de Ibiza y Formentera y son las que por norma general encontraremos en todos los restaurantes y bares de la isla.

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