Puede parecer una tontería a simple vista, pero el modo en el que guardamos y almacenamos las botellas de vino o cava en casa puede influir mucho en su conservación e incluso en su calidad.

Existen muchas teorías y opiniones sobre el tema. Botellas en vertical, en horizontal, inclinadas, con luz, con poca luz… La verdad es que existen muchas opiniones según los profesionales con los que hablemos, pero lo que si es cierto es que hay una seria de consejos prácticos y muy fáciles en los que coinciden todos los buenos amantes del vino y el cava para que nuestros caldos se conserven perfectamente con todas sus propiedades y características.



Lo primero que debemos tener en cuenta es el tiempo que podemos guardar estas botellas sin echar a perder el producto. El vino en general no está concebido para ser guardado durante mucho tiempo y no podemos equivocarnos o confundirnos por sus distintas categorías como puede ser; joven, crianza, reserva, etc… que se refiere únicamente al tiempo que ya ha envejecido el vino en las bodegas. Por lo general creemos que un gran reserva podemos guardarlo más tiempo, pero no es cierto, ya ha sido guardado por sus creadores para que nosotros lo podamos disfrutar en casa con todas sus propiedades sin necesidad de ser guardado, ya que al final podemos conseguir que el vino acabe picándose y volviéndose malo al paladar.
De igual manera pasa con el cava, un producto que es muy recomendable consumirlo poco después de su compra. Por lo general, aunque puede variar un poco según la variedad y el tipo de producto, las botellas de cava no deberían ser guardadas más de 5-6 meses o llegando al extremo durante un año, pero guardándolo tanto tiempo nos arriesgamos a perder ese producto que era tan bueno el primer día que lo compramos. Por eso, sobre todo en fechas navideñas u otras épocas especiales del año, debemos comprar según nuestro consumo, ya que guardar el cava de un año a otro puede ser muy perjudicial para el producto.
Por otro lado el vino blanco también es un producto que debemos consumir siempre el mismo año, y a ser posible en los primeros días de su compra.
Cuando compramos una botella de vino o cava podemos leer las indicaciones de la botella para saber el tiempo que ha sido guardado en las bodegas o cuánto tiempo nos recomiendan para su consumo, sino, siempre podemos preguntar y dejar aconsejarnos por nuestros establecimientos preferidos a la hora de la compra.

El siguiente punto es donde debemos guardar estas botellas si no las vamos a consumir en un plazo corto de tiempo.
Lo mejor es siempre en un lugar que tenga una temperatura constante sin grandes cambios y a ser posible, entre 10-16 grados. Debe ser un lugar sin movimiento ni vibraciones y a ser posible, más seco que húmedo. Ya que un exceso de humedad puede llevar a la proliferación de algunos tipos de bacterias.
Otro punto importante es la luz, si podemos, debemos elegir un lugar sin luz directa y a ser posible algo de oscuridad u oscuridad total, ya que la luz puede ser  la causante de la oxidación del vino.

Si ya tenemos un lugar correcto elegido, ahora deberemos tener en cuenta la posición de las botellas, y sobre este tema si que existen varias teorías y opiniones al respecto. La tendencia en la mayoría de opiniones es que las botellas de cava y vino blanco deben guardarse en posición vertical, mientras que los vinos tintos deben permanecer almacenados en posición horizontal.
La razón en los vinos ya sea blanco o tinto es para mantener el corcho húmedo, de lo contrario el corcho podría perder la elasticidad necesaria para mantener el cierre totalmente hermético, por otro lado las botellas de cava siempre deben guardarse en posición vertical.



¿Y si tenemos una botella de vino abierta?
Seguro que en alguna ocasión no has disfrutado de una buena copa de vino por no dejar una botella abierta durante demasiado tiempo. Pues para estos casos también existen algunos trucos y consejos para poder guardar esas botellas de vino ya empezadas.

¿Cuánto tarda el vino en estropearse por completo una vez abierto?
Depende del tipo de vino y de su edad. Si el vino es tinto, dura más que los rosados y blancos, los más volátiles son los espumosos, que habría que beberlos prácticamente en el mismo día en el que se abre la botella.
El vino tinto puede mantenerse abierto como mucho una semana antes de que se eche a perder completamente, mientras que los rosados y blancos tan solo aguantarían 4 días o incluso menos. Cuantos más aromas afrutados tenga el vino, más frescura perderá.

Para ralentizar este proceso, en primer lugar deberemos volver a tapar la botella. Aunque ya haya oxígeno en su interior, así evitaremos que siga entrando de manera continuada. Si no conservas su propio corcho, hay accesorios especializados como tapones que sellan herméticamente la botella o bombas de vacío, que extraen el aire de la botella alargando así mucho más la vida del vino abierto.

Si no tienes uno de estos accesorios, lo mejor será que cambies el vino a una botella de cristal más pequeña que se pueda cerrar herméticamente y dejar el mínimo aire dentro.
En segundo lugar, lo más conveniente es que conservemos la botella de vino en la nevera, pues al igual que sucede con los alimentos, el frío ayuda a conservar el vino y a ralentizar su degradación. Pero recuerda que tener el vino abierto en la nevera solo ralentiza la degradación pero no acaba con su oxidación. Como ya sabes, el vino ha de mantenerse a una temperatura constante entre los 10 y los 16ºC.

Si no tienes la posibilidad de guardar la botella en una nevera o vinoteca, procura colocar el vino en un lugar oscuro, pues la luz puede causar reacciones químicas incidiendo negativamente sobre el sabor del vino.
En tercer lugar, a diferencia de la recomendación de mantener las botellas en horizontal cuando no están abiertas, una vez destapadas debes colocarlas verticalmente para que el oxígeno solo esté en contacto con la superficie del caldo. Cuánto menos vino entre en contacto con el aire, mejor.

Todas estas recomendaciones pueden servirte para disfrutar del sabor auténtico del vino como si acabaras de abrir la botella.